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¿Sabes cuáles son las averías más frecuentes de un coche y cómo evitarlas?

¿Sabes cuáles son las averías más frecuentes de un coche y cómo evitarlas?

¿Sabes cuáles son las averías más frecuentes de un coche? En el artículo de hoy te vamos a contar todas las claves para que no tengas ningún problema con tu vehículo, sepas cuáles son los problemas más comunes y los componentes más cambiados de un coche.

Así, estarás preparado y visitarás el taller muy pocas veces, con lo que ahorrarás mucho tiempo y dinero. ¿Quieres saber más? Sigue leyendo y averígualo.

Las averías más frecuentes de un coche

Mantenimiento previo

Como seguro sabrás, el factor más importante a la hora de evitar pasar por taller es realizar un mantenimiento previo de tu vehículo, de esta forma, tu coche tendrá menos posibilidades de verse afectado por una avería o problema eléctrico o mecánico.

O sea que ya sabes si quieres evitar las averías, lo recomendable es que de vez en cuando pases por tu taller favorito, incluso aunque sea un coche nuevo. Y es que ningún modelo, ni marca está a salvo de tener un percance.

Aceite

El cambio de aceite suele ser uno de los componentes más frecuentes a la hora de cambiar en un coche. Aunque no es una avería en sí, si no haces el cambio de aceite en el momento adecuado tu coche se puede resentir y sufrir algún tipo de problemas en el motor, como calentamiento o falta de lubricación, lo que puede provocar un mal funcionamiento en piezas clave del motor.

Por norma general, un cambio de aceite se suele hacer cada 15.000 o 20.000 kilómetros. Sin embargo, la cifra es orientativa ya que cambia en cada modelo y marca. Lo más seguro es seguir las recomendaciones del fabricante y de tu mecánico. ¡Y es que recuerda, ellos conocen el coche mejor que tú!

Filtros

¿Sabías que el filtro de aceite es el componente que más se cambia en un taller? Efectivamente, es la pieza más cambiada en los talleres mecánicos. Son varios los filtros de un vehículo y se dividen de la siguiente forma:

  • Filtro de aceite. Este filtro es el encargado de reducir las partículas del aceite que lubrica el interior del motor. Es decir, se ocupa de que el líquido más importante en contacto con el motor, el aceite, llega sano y en perfectas condiciones. Este filtro hay que cambiarlo, sí o sí, cada vez que cambiamos el aceite. ¡Recuerda, el filtro del combustible o del aceite tiene como objetivo el buen funcionamiento del sistema de inyección y el circuito de alimentación! Un consejo, opta por aceite semisintético o sintético, de esta forma, te aseguras cuidar la inyección de tu coche y alargar la vida de tu motor.
  • El filtro de polen, también conocido como antipolen o del habitáculo, es un componente incluido en la inmensa mayoría de modelos y vehículos. Su función es evitar la entrada de partículas nocivas o tóxicas como el polen y aumentar la calidad del aire interior que entra en el vehículo a través de la calefacción o los elementos de entrada del aire. A diferencia del filtro del aire su desgaste es habitual si rodamos con mucha asiduidad o conducimos en grandes ciudades como Madrid o Barcelona donde los niveles de contaminación son elevados.
  • Filtro del aire. Este componente sufre de la misma problemática que el filtro del polen, sin embargo, la diferencia es que si no se cambia quien sufre no son las personas, sino el propio vehículo. Y es que la excesiva acumulación de sustancias y partículas que van al motor pueden provocar una obturación de manguitos, y elementos internos del motor. Por ello, hay que cambiarlo en la medida de lo posible para evitar estos problemas.

Comprobación de niveles

A veces nos olvidamos de revisar cuestiones tan sencillas como el líquido refrigerante, el nivel del líquido de frenos, etcétera. Sin embargo, estas averías pueden causar problemas mayores. Y es que no rellenar con líquido el motor, o peor aún, quedarse sin líquido en los frenos o una batería desgastada puede provocar que tengamos un accidente. O sea que ya sabes, comprueba estos líquidos:

  1. Líquido lavaparabrisas.
  2. Nivel del líquido de la batería.
  3. Líquido refrigerante.
  4. Líquido de frenos: en este caso es muy importante su revisión. Lo normal es hacer un cambio cada 30.000-40.000 kilómetros, o bien cada dos años. La importancia de comprobar que hay líquido en los frenos nos asegura que el sistema hidráulico de los mismos es correcto.

Pastillas de freno

De poco nos vale comprobar el estado del líquido de frenos si no comprobamos las pastillas. Muchas veces podemos notar un mal funcionamiento de los mismos a través de la propia conducción.

Por ejemplo, si escuchas un ruido extraño al frenar o notas que al pulsar el pedal de freno no actúa de forma correcta o tarda más tiempo de lo normal, debes revisarlos inmediatamente para no tener problemas. ¡Un consejo, lo puedes comprobar de forma visual y fácilmente tocando el borde del disco y ver cómo hace la frenada! En el caso de que tenga holgura o si ves un arañazo o algo anormal, no dudes y coméntaselo a tu mecánico!

Avería en la calefacción 

La calefacción es uno de los elementos que más se desgastan, especialmente en invierno ya que suelen estar activados mucho tiempo para evitar que tengamos calor. Por ello, debes evitar ponerla inmediatamente después de encender el coche. Espera un rato a que el coche y el motor entre en calor y después actívala.

En caso de que vayas a arrancar y necesites encenderla para eliminar la evaporación de las lunas o cristales enciende el coche primero y espera un rato.

El comportamiento es diferente en verano que en invierno, por ello, revisa la válvula de paso antes de ponerla en marcha. No intentes cambiar las mangueras tú mismo ya que es por ellas por donde circula líquido al radiador y te puedes quemar.

Del mismo modo que debes tener cuidado con la calefacción, lo mismo sucede con el aire acondicionado. No lo actives a menos que sea necesario y procura esperar a que el motor esté caliente para encenderlo.

Amortiguadores y ruedas

Un buen estado de los amortiguadores influye en la forma de conducción y en cómo reaccionamos al frenar en una carretera. Hay que pensar que los amortiguadores están especialmente relacionados con los neumáticos, y es por tanto, uno de los elementos de seguridad de nuestro vehículo. Para comprobar el mal estado de este elemento tienes dos opciones, una revisarlos visualmente agachándote (aunque te recomendamos que lo dejes en manos de un experto) o bien si notas algo raro al conducir. En todo caso, cuando lleves el coche al taller recuerda que le echen un vistazo para no tener problemas.

Luces, batería y demás elementos

No nos podemos olvidar de problemas en las luces y componentes como la batería, los inyectores, el sistema de inyección, el radiador y el tubo de escape. Aunque las luces las podemos cambiar nosotros mismos, elementos como el radiador o el sistema de admisión debe ser tratado por especialistas. En ambos casos, lo mejor es comprobarlos cada poco.

¿Cuáles son las principales averías que ha sufrido tu coche? Déjanos tu comentario y no dudes en compartir esta noticia en el caso de que te haya parecido interesante. ¡Y recuerda, en AupaCar somos un centro integral del cuidado de tu coche ya tenemos todo lo necesario para tu vehículo, desde el cambio de rudas, limpieza a revisión mecánica y eléctrica de todos los componentes.

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