¿Cuáles son los elementos clave del motor del coche?
Hoy toca hablar de los elementos clave del motor del coche. Lo primero de todo es entender cómo es el funcionamiento básico de nuestro coche y cuáles son los elementos más importantes que tenemos que tener en cuenta a la hora de realizar cualquier revisión o inspección. Por ello, debemos pensar que los automóviles no son una sola pieza, sino que conforman una suma de elementos (motor, frenos, ruedas, amortiguadores, parte eléctrica, etcétera) que deben funcionar a la perfección para poder rodar.
Si te paras a pensar por un momento, cada vez que enciendes el coche estamos accionando el motor, activando la parte electrónica, la suspensión, comienza a funcionar el sistema de refrigeración y se encienden el resto de elementos necesarios para que nuestro coche esté listo para salir a la carretera. En definitiva, nuestro vehículo necesita que todo funcione a la perfección para no tener ningún problema.
Elementos clave del motor del coche
En este post te vamos a hablar de los elementos que necesitan una revisión para contribuir a la seguridad vial y minimizar los problemas de nuestro coche. A continuación, te los detallamos:
Batería
La batería son como las ruedas, no nos acordamos de ellas hasta que están desgastadas o en este caso sin energía. En este caso, la batería es lo que alimenta el encendido del coche y permite que arranque el motor y el resto de los componentes internos así como la parte eléctrica. Y es que es muy fácil olvidarse las luces encendidas o dejar la radio conectada mientras tenemos el coche apagado lo que provoca que la batería acabe fundida.
Evitar este problema tiene fácil solución, cada vez que apagues el coche revisa que tienes las luces apagadas, también puedes fijarte en el ruido que hace el coche al arrancar. Si al girar la llave notas un ruido raro, que tarda más de lo normal en arrancar, o sencillamente que necesitas girar varias veces la llave, son algunas señales de que deberías revisar el estado de salud de tu batería.
Aunque no te recomendamos que tengas una batería extra en el maletero de tu coche, sí te vamos a recomendar que compres unas pinzas para recargar la batería en caso de que lo necesites. También puedes ver si tienes contratado en el seguro de tu coche un servicio de arrancado gratis con tu compañía. De esta forma, evitarás sorpresas desagradables y tu coche estará siempre preparado para rodar.
Calentadores
Lo primero que debemos saber de los calentadores es que sólo los coches diésel lo llevan. Los calentadores son también conocidos como bujías de calentamiento y son unas piezas en forma de cilindro que permiten que un coche arranque sin problemas ya que son los encargados de favorecer un buen inicio de la combustión de aire y gasóleo.
El buen estado de los calentadores evita la producción de humo y emisiones contaminantes por el tubo de escape. Una buena forma de asegurar el buen estado de los calentadores es comprobar el testigo de las bujías, que se enciende y suele estar en el panel de control con el resto de testigos como las luces de frenos, etcétera. Si al arrancar el coche se enciende y después se apagan quiere decir que los cuatro calentadores están bien.
En cambio, si se enciende con el coche en marcha es probable que uno, dos o incluso más puedan estar estropeados. En algunos coches y modelos nos avisan de la avería por unos segundos y después se apagan. También puedes detectarlo si notas que el coche tarda más en arrancar, que expulsa un humo blanco o gris o que después de arrancar el motor hace una especie de traqueteo. En este caso es casi seguro afirmar que alguno de los calentadores falla.
Afortunadamente, no son muy caros (en torno a unos 20 euros cada uno) y por norma general, los podemos cambiar nosotros mismos. El problema es acceder a ellos a través del motor. Lo más probable es que estén situados cerca de la culata, muy cerca de los inyectores. Si prestas atención a la conexión eléctrica, en la parte superior los detectarás fácilmente. En caso de que no puedas cambiarlos, lo mejor es que te los cambien en tu taller mecánico de confianza.
Filtros
Los coches modernos e incluso los antiguos cuentan con filtros para minimizar el impacto del combustible, así como para depurar las partículas, el aceite o el polvo y evitar que éstas entren en contacto con el motor. En la actualidad, casi todos los coches cuentan con 4 tipos de filtros.
- Filtro de aceite.
- Filtro de combustible (diésel o gasolina).
- Filtro de partículas o del habitáculo.
- Filtro de aire.
En función del uso y desgaste de cada filtro, es necesario cambiarlo cada determinada cantidad de kilómetros. Por ejemplo, el filtro del aire se suele cambiar menos, o cada dos cambios de aceite. Lo mismo sucede con el filtro de combustible, en cambio el filtro del aceite se suele cambiar cada vez que se limpia y revisa el aceite.
En los coches nuevos suele ser cada 15.000 kilómetros de media aproximadamente.
Tubos de escape y emisión de gases
Los sistemas de escape tienen como objetivo mantener el nivel menor posible de las emisiones contaminantes emitidas por nuestro coche. De esta forma, se reduce la contaminación al medio ambiente y se minimiza el ruido de los gases al salir fuera del motor. Es fácil detectar un problema si de nuestro coche sale humo de diferente color, por ejemplo, blanco y negro oscuro son claros síntomas de que algo falla.
Por ello, es necesario revisar los gases y el escape en un taller mecánico que disponga de una prueba medidora como la prueba de opacidad y de gases. El mantenimiento preventivo del coche debería incluir una revisión de los gases y el sistema de escape para asegurar que pasemos la ITV sin problemas.
Frenos y amortiguadores
Los frenos y amortiguadores, al igual que las ruedas, se consideran uno de los tres elementos de un coche que conforman el triángulo de seguridad en un vehículo. Por ello, es importante revisar el buen estado de los frenos así como de los amortiguadores. Los amortiguadores son los encargados de controlar el coche a altas velocidades, ya que lo mantiene en equilibrio.
Lo mismo sucede con los frenos, ya que son los encargados de parar el coche en cualquier circunstancia. Revisar el desgaste, comprobar ruidos y comportamientos extraños puede evitar problemas futuros. Los frenos y amortiguadores tienen claros síntomas de fallo, como que el coche se mueve y comporta de forma extraña. Solo falta prestar atención para ver si fallan. ¡Y si tienes dudas, llévalos a revisar!
Un truco, puedes comprobar el desgaste de los frenos de disco si pasas un dedo entre la pinza y el freno para comprobar el desgaste.
Motor y correa de distribución
El motor es quizás el elemento más importante del coche ya que sin él sería imposible que funcione. Lo mismo sucede con la correa de distribución, que debemos cambiar para no estropear el motor. Debemos prestar atención a su correcto funcionamiento y es que esta pieza tan sencilla puede fastidiar por completo nuestro motor.
A la hora de cambiar no hay una respuesta fácil, depende del modelo de tu coche, en algunos modelos se cambia a los 60.000 kilómetros, en otros a los 150.0000. Lo mejor es consultar el libro de mantenimiento de tu coche. Sin embargo, un consejo es que lo cambies unos 5.000 o 10.000 kilómetros antes para evitar problemas con tu motor.
Por último, te dejamos algunos consejos para alargar la vida de tu coche y de tu motor:
- Revisar el motor de vez en cuando.
- Limpiarlo si es necesario.
- Cambiar el aceite a tiempo.
- Esperar unos minutos a la hora de apagar y encender el coche.
- No exponer el coche a presiones altas durante mucho tiempo.
- Descarbonizar el motor.
¡Ya sabes si sigues estos consejos tu coche te durará muchos años de vida! Eso sí, recuerda hacer un mantenimiento previo y llevar tu coche al taller.
