Todo lo que necesitas saber de la avería de la válvula EGR de tu coche
El verano ha llegado y la mayoría de nosotros estamos deseando coger el coche e irnos de viaje. Y es que cuando vamos a hacer tantos kilómetros o aunque solo vayamos a la playa, el verano es el momento perfecto para hacer una puesta a punto del coche y revisarlo. Por ello, hoy toca hablar de reparaciones, en especial, de la temida avería de la válvula EGR de tu coche, de ahí que te vayamos a contar todo lo necesario para evitar el problema y que puedas viajar sin problemas.
Antes de viajar, pon a punto tu coche
Sí, todo el mundo sabe que el mantenimiento de un vehículo es algo necesario y evidente si queremos evitar esperar pasar un mal rato en una cuneta esperando la grúa, o unos días a tener el coche reparado en caso de que la avería sea algo gordo, sin embargo, no por ello debemos dejar de recordar que antes de viajar, revisa tu coche, llévalo a tu taller favorito y que te lo pongan a punto.
Un buen mantenimiento evitará un ahorro de tiempo y dinero. En artículo anteriores te hemos contado las averías más comunes del verano así como un listado de averías que puede sufrir tu coche. pero hoy toca hablar de una en concreto, la avería de la válvula EGR.
¿En qué consiste una avería de la válvula EGR?
La válvula EGR viene del acrónimo inglés «Exhaust Gas Recirculation» que significa recirculación de gases de escape. Evidentemente, con este nombre sabemos que este elemento tiene que ver con todo al tubo de escape y una de sus funciones es ayudar con la emisión de gases contaminantes.
La válvula EGR consiste en un conducto o tubo que comunica los elementos de con el colector de la admisión para que los gases vuelvan a la cámara de combustión y evitar que parte de ellos salgan al exterior, por lo que consigue una reducción parcial de los mismos al ser inyectados de vuelta en el sistema. Esto lo consigue mediante la válvula que es la que calcula los gases que pasan.
La cantidad de gases que pasan los establece cada marca en la unidad de control interna del motor. Después la válvula limita la temperatura y las emisiones.
¿Qué es la valvula EGR, un poco de historia?
La historia de la válvula EGR comenzó a en los años 90 cuando se instauró en los vehículos los sistemas de control de emisiones con un uso más intenso en las siguientes décadas.
Las tecnologías usadas para el control de emisiones vehiculares o en automóviles es la base de la válvula EGR o recirculación de gases de escape que tiene como función redirigir parte de los gases de escape de los motores de combustión, es decir, de gasóleo y gasolina hasta el colector de admisión para evitar las molestas emisiones de óxidos de nitrógeno.
Los óxidos de nitrógeno es uno de los óxidos de nitrógeno más importantes toxicológicamente hablando ya que una vez liberados al aire por las combustiones en forma de NOx forman, mediante reacciones fotoquímicas, contaminantes secundarios como el nitrato de peroxiacetilo que es la causa de la niebla contaminante de grandes ciudades como Los Ángeles o Pekín y otras zonas metropolitanas de gran una concentración de vehículos de motor.
Debemos recordar que la entrada de medidas anticontaminación y el uso y fomento de los vehículos eléctricos es una de las apuestas de Europa para reducir las muertes y los niveles de contaminación producidos por los vehículos.
Y es que aunque no lo creamos, efectivamente, mucha gente muere en España a causa de la contaminación de los coches, en especial, de los diésel y sus partículas PM. De hecho, en España cada año fallecen unas 370 personas por los gases contaminantes de las cuales casi la mitad, unas 170 se podrían evitar si las marcas de coches respetarán las normas y los límites impuestos en las altas tasas de emisión de gases diésel.
Afortunadamente, a partir de la norma Euro 3 ratificada en el año 2000 se establecieron unos límites de NOx para los fabricantes de automoción que se aumentaron con la llegada de la Norma Euro 6.
Funciones de la válvula EGR
Esta válvula es la encargada del proceso de recirculación de los gases producidos por nuestro vehículo y salen por el escape hasta la admisión. Su función principal es introducir el humo de vuelta en los cilindros para conseguir un nivel menor de los niveles de emisión citados anteriormente de NOx.
Este aparato se encarga de controlar las emisiones del coche y el rendimiento del motor. Esto se debe a que el catalizador de oxidación se ocupa de gestionar los niveles de dióxido de carbono, el problema es que solo la válvula EGR es capaz de controlar los niveles de nitrógeno.
Cada fabricante y marca de coches establece unos modos de funcionamiento diferentes. Sin embargo, la válvula depende de factores externos como el régimen de revoluciones o la temperatura del motor. A mayor temperatura del motor o potencia se abre más, cuanto menos caliente y frío esté el motor y las revoluciones la válvula permanecerá más cerrada.
La apertura repercute en una entrega de potencia por lo que un fallo en la misma puede provocar menor rendimiento en el motor. Otros síntomas de fallo de la válvula EGR suceden cuando la suciedad se acumula en ella, sobre todo, en los coches diésel que circulan mucho por las ciudades y a bajas vueltas.
Los coches de gasóleo dan más problemas que los gasolina al producir más carbonilla que se pega en las paredes de la válvula o incluso en el colector haciendo que su tamaño disminuya con las consecuencias que esto provoca, una menor respiración del coche y menor prestación del motor.
La luz de la válvula EGR se enciende muchas veces por la cantidad de carbonilla acumulada y queda registrada como fallo en el motor al ser detectada por un sensor o chivato que nos aparece en el salpicadero. Este fallo puede derivar, además de menor potencia y rendimiento del motor, en dificultades añadidas sobre todo a la hora de encender en frío en invierno y por supuesto contaminar más.
¿Cómo evitar esta reparación?
Un buen mantenimiento ayuda a detectar problemas que puedan aparecer como la avería de la válvula EGR. Sin embargo, en este caso podemos hacer más cosas como circular a altas revoluciones en marchas cortas y largas para que no se acumule la carbonilla. Pero esto tiene un problema que consumiremos más combustible, por lo que debemos de hacerlo de vez en cuando y no siempre.
Otra recomendación es darle alegría al motor cuando conducimos por carretera. Si circulamos mucho por ciudad es conveniente sacar el coche de su zona de confort para que el motor trabaje y no se acomode a un determinado ritmo que, aunque no sea malo en sí, acumula suciedad en el motor y provoca que éste se acomode a trabajar en unas determinadas revoluciones.
Hay dos tipos de válvula EGR las mecánicas y electrónicas. Si es mecánica es más fácil de limpiar que la otra ya que tendrás que cambiarla e igual te cuesta más la reparación.
Otras soluciones para evitar este problema son descarbonizar el motor, que consiste en la limpieza interna de la cámara de combustión y de todas las piezas internas que contribuyen al proceso de evacuación y combustión del motor.
¡Esperamos que este artículo te haya ayudado y no tengas problemas con la valvulita! ¡Y en caso de que necesites repararla, puedes venir a AupaCar que estaremos encantados de cuidar y mimar tu coche!
